Frase

Frase del mes
Quiero mirarme en el espejo y que me guste lo que veo, Cuesta seis días por semana. Quiero que lleguen los domingos y no vuelva el miedo, Quiero tomármelo con calma.
-Vale la Pena - Paula Mattheus

lunes, 22 de junio de 2015

Sigo sin encajar.

"Pasan los años y yo sigo haciendo esto" Así dice una canción de unos amigos. "Pasan los días y yo cada vez más sola" digo yo.

Sigo con lo mismo que hace dos semanas, y es que nada cambia. Miento. Nada cambia para bien. Todo empeora.

A ellas ya no las soporto. Absolutamente en nada y para nada. Y a las únicas dos que sí, una no da señales de vida y a la otra la veo cada mil. Y eso hablamos de aquí, porque el resto viven en otras comunidades. Es decir, aquí no me queda nadie.

Y que me digan que no es así no lo hace menos cierto. Porque sí lo es.

Cuando dije que no encajaba en el grupo era por este tipo de cosas. Igual que se meten con U pueden hacerlo conmigo y no me hace gracia. Él es mi amigo y no voy a pasar por alto que se metan así con él.

Y vamos, ya el comentario de hoy ha sido la gota que ha colmado el vaso.
"-El otro día llamé a X con el culo sin querer.
-Pues a mi me llama porque sí."
GRACIAS. Gracias, monina, por hacer más obvio lo obvio. Gracias por hacer que me sienta peor. Hazme un favor, y no te acerques más a mi.

Nadie. Nadie tiene que acercarse. Es curioso lo imbécil que llega a ser el ser humano. Cuántas veces me habrá pasado esto, y aun así me empeño en buscar amigos. Cuando siempre, siempre acabo luego jodida y dolida. ¿Cuándo voy a aprender?

Y luego soy una puta borde, ¿no? Pues no, joder. No soy borde. Lo que pasa es que me siento sola, y estoy sola. Y cada vez que intento una pizca nunca se puede. Y no podéis haceros a la idea de lo que duele. Duele estar sola. Os lo prometo.

Y lo que me jode es que los necesito, que me prometieron que iban a estar ahí. Todos. Y ahora, una vez más, ¿quién queda?

Estoy cansada ya de luchar. Pasaré este verano sola. Con mi familia, con Vi y con los de Alo si es que me dejan, y se acabó. Y viajando a Madrid para  ver a mis Ikys. Porque es lo único que me queda.

"Estoy cansada. Harta de llorar. Pero ni tan siquiera me doy libertad a mi misma para rendirme. Pero me rompo. Y estoy harta. Yo lo que quiero es eso. Son ellos. Es salir con mis amigos. Con los Ángeles de Rami, con los Patinadores Profesionales, con los del Skate, daría lo que fuera por volver a salir con los Heisenberg. Con los Ikys. Mis Ikys, Sirenos serenos Vip o Sirenikys.
A ellos son a los que menos veo. Pero también los necesito. Necesito tardes como esa. Tardes en las que no haya ni un atisbo de pensamiento maligno. No tardes, si no días. Días en los que solo una sonrisa invada mi cara. Días en los que hagamos el imbécil y no haya ninguna preocupación aparte de la de que pierdan el juego por mi culpa cada cierto tiempo. 
Necesito a mis amigos. A todos. Ahora, son de las pocas cosas que me hacen tirar día a día y que consiguen hacerme reír. 
Amigos. Esos grandes sin los que estaría perdida."


 Es gracioso, pues no hace tanto que escribí eso y sin embargo, en unas cosas sigue siendo clavado y en otras, cómo ha cambiado todo. Aquellos con los que quería y necesitaba salir ya no están ahí. Ellos están, pero no yo con ellos. Y todo por estudiar y desaparecer del mapa. Tócate los cojones.


domingo, 14 de junio de 2015

Fuera de lugar.

¿Lo veis? Yo tenía razón. Allí no pintaba nada.

Sí, son mis amigos. Sí, es su cumpleaños, pero yo en ese grupo no pinto nada. Todos son amigos y tienen confianza. Todos salen. Todos se ven, todos son casi hermanos. Hasta las que son mis amigas de otro lado ya han entrado ahí. Yo soy la que se sienta al fondo del jardín en un sillón y de ahí no se mueve. Uno por no meterme al agua, y dos por no encajar.

Ahora podrán mascullar todo lo que quieran sobre que todos se han metido a la piscina y yo no. Que es injusto, que soy una insulsa y aburrida y lo que quieran. Pero a mi no me van a ver con bikini. No. Y punto.

Ella tiene forma de tapar sus problemas, se pone un pantaloncito y arreglado. Pero yo no. No y no. No me van a ver en bikini. Hasta que no cambie yo no. Y se burlan y hacen bromas con esta o aquella cuando están hechas un palillo, pero claro, no ven que a las demás nos puede llegar más a fondo.

Yo no he pedido ser como soy. No sé por qué mi cuerpo es como es si mi madre y mi padre con mi edad y mucha más eran unos fideos. No lo entiendo. Y volvería a vomitar pero me es imposible. No puedo después del susto de la regla. No, ya sé que no es eso, ya sé que era mero estrés, pero está esa vocecita de mi cabeza. Esa que me dice, que me recuerda, que no quiero que un día mi hija tenga que llegar a escuchar un "amor mio, tu madre fue bulímica". No, joder.

Cuando vi hace una semana que no me bajaba la regla y sumado al mal estar general y la depresión y todo me entró pánico. ¿Y si no me bajaba por eso? No tenía puto sentido, eso he oído que pasa cuando ya tienes una anorexia peligrosa, y yo no me acerco ni al borde del bajo peso, ni de lejos. Pero me acojoné. No podía dormir con la idea de quedarme estéril por eso. Yo quiero hijos, y míos, naturales. Me dio un no sé qué y me moría de miedo. Vi me dijo que solo era estrés, pero aun así me costó hacerme a la idea.

Lo único que me para es el instinto materno, es curioso. Pero no sé cuánto más durará eso otra vez. Se lo he prometido a Vi. Me lo he prometido a mi. Mis promesas siempre las cumplo y es algo de lo que estoy orgullosa. Pero ya tengo más que comprobado que las únicas que siempre fallo son las que me hago a mi misma. Y no sé por qué estoy segura de que volveré a caer.

Es horrible. No es algo gracioso, divertido o que me guste. Pero me siento tan impotente. Podría hacer todo el deporte del mundo, comer en menor cantidad, pero siempre siempre sigo igual. Ni la báscula baja, ni mi cuerpo cambia.

Y no es divertido ir a cumpleaños ni a cosas donde todas son guapas y delgadas. No. Porque te sientes la mierda allí. Cuando llevas tanto detrás sientes que todos se ríen de ti. Cuando estás enamorada de un chaval con novia, y la ves, y te ves, ¿qué pretendes?

Hay demasiada sinceridad en mis escritos aquí, pero es el único sitio donde me puedo desahogar. Es el único sitio que confío en que nadie lea, y que quien lo haga no diga nada. Aunque en el fondo chille un champú intentando que alguien oiga mis lloros y me saque de este agujero. Pero he llegado a tal punto, que sin un poco de magia nadie podría sacarme.

Solo me gustaría decir una última cosa: gracias. Gracias a todos aquellos que arruináis las vidas. La mía y muchas otras. Gracias a todos, por convertir nuestra existencia en un sufrimiento. Por minarnos la moral y la confianza cuando somos crías y críos. Por infectarnos. Por inyectarnos el veneno que cual cáncer crece solo hasta destruir y comernos enteros. Gracias, de veras, porque es un mal que ni a vosotros os desearía pasar.
K.

Que los lobos protejan vuestros sueños.



domingo, 7 de junio de 2015

Champú.

Hay un chiste que me gustaba contar de niña:

Está un barco inglés llegando al puerto español y se hunde. El inglés del barco empieza a gritar "Help me! Help me!" y un español que pasa por ahí le chilla "Gel no tengo, pero champú sí."

Pues bien, soy ese inglés. Soy ese barco hundiéndose y que nadie ve. Grito y nadie me oye. Pido champú a gritos, y nadie me entiende.

Socorro. Ayuda. Help. Champú.

Ya no sé cómo más pedirlo...

Champú, por favor. Champú...


Que los lobos protejan vuestros sueños.
K.

Sola 2.0

Sola una vez más. Y no sola sin pareja, sino sola. Sola. Completa y angustiosamente, sola.

Sola sentimentalmente. Sola emocionalmente. Sola físicamente.

Me encuentro sola, perdida en medio de nada. En medio de mi vida, sin saber a dónde ir, sin saber qué hacer, qué elegir, ni con quién ir.

Sola. Es que no tiene más palabras. Sola. Absolutamente sola.

Miro a un lado y a otro, y dime, ¿quién queda? Nadie. Todos se han marchado. Aquellos con quienes iba a irme a una casa rural en verano se han ido. Aquellos con los que iba a ver la Pantera Rosa e iba a pasar las noches de verano fuera a la intemperie viendo estrellas se han ido. Incluso solo quien conseguía sacarme una sonrisa con tan solo mirarme, hasta él se ha ido.

Estoy sola. Vuelvo a ser ese iceberg. Vuelvo a ser la niña indefensa y perdida de hace tres años cuando se fue mi mejor amiga. Vuelvo a estar sola. Sola con mi cama y mis llantos. Sola. Sola. Sola.

Sola. Yo y la música. La música y yo. Sola con mis estudios. Esos que fueron el combustible para que ahora esté sola. Sola con mi mente. Sola con mis problemas. Sola frente a mi agobio, a mi angustia, sola ante mi ansiedad. Sola ante mi problema alimenticio. Sola frente a mi idea de querer ser libre y volar.

Sola. Completamente, sola.


Que los lobos protejan vuestros sueños.
K.