Hola Idiota,
Te dije que te quiero, pero no sé hasta qué punto eres consiente de lo cierto que es eso. Sin embargo, es muy real. Es tan real como tú y como yo.
Te quiero y sé que tú a mi no, pero que quieres que haga, quizá tenga cierto aire de masoca jajaja
No voy a mentir. Ni a ti ni a mi me voy a mentir. He tratado de pasar de lo que siento, dejarlo de lado para olvidar, porque sé que es lo mejor. Pero no he podido aún.
No he podido.
¿Sábes lo que es tenerte delante? No te veo casi, pero cuando lo hago, por un momento me olvido de lo demás. Me olvido de todo lo que pensaba, me olvido de que no me quieres como yo a ti. El verte, mirarte a los ojos cuando hablas, y cuando no. ¡Yo que sé si te pongo ojitos o no! eso no depende de mi, no de mi parte consciente al menos. Tú no sabes lo que me supone estar a tu lado o enfrente tuya. Me haces sentir pequeña, pero también me siento protegida. Poco me importa si eres un vacilón. Escucharte y poder estar a tu lado es lo que me importa.
Yo no sé si te das cuenta, supongo que sí lo haces, pero no dices nada ni haces nada para evitarlo, pero intento acercarme lo más posible a ti siempre, intento rozarte la mano, sin que se note o lo notes tampoco demasiado. Me quedo boba mirando tus ojos. Parece una tontería, pero adoro tus ojos. No son claros, no tienen ningún color "especial". Y sin embargo me fascinan.
Tus ojos son mi primera debilidad. Después están tus brazos y tu pecho, con los que me encuentro en cada abrazo. Me engullen y siento mi oido sobre tu pecho y tus brazos rodeándome mientras yo hago lo propio con tu torso. Cada vez que esto pasa, cada vez que me abrazas quisiera no volver a soltarte. Qué simple e infantil suena. "Un abrazo". Y sin embargo, es a lo máximo que puedo aspirar. Y cuando quiero animarte no tengo otra cosa que decir más que "te debo un abrazo". Que ingenua soy.
Y ya la gran debilidad cómo no, es un beso. Sí, un beso. Parece lo más obvio del mundo. Pero yo solo sé lo que es y significa ese beso. Yo solo sé lo que es y lo que no debe ser. Y la verdad que no lo ha sido, porque en el momento del beso ya era muy tarde para volver atrás. Por tanto, la promesa se podría considerar que sigue intacta, el problema, es que ya entonces no tenía sentido.
Tengo sed. No lo voy a negar y mis sueños son firmes pruebas de ello. Son la prueba y la tortura. Pero al igual que lo que ya ha pasado no se puede cambiar, yo no puedo escribir ni guiar mis sueños.
Todo esto parecen topicazos. Quizá lo sean, quizás no. Pero sea lo que sea, es así. Y una cosa dejaré clara. Las palabras sirven para expresar y dar voz a cosas que no la tienen. Pero nunca se podrá dar voz a los sentimientos tal como son. Podemos intentarlo, podemos intentar que se expresen. Pero aun así, lo que sentimos, lo que siento, aquí no lo veréis reflejado.
K.H.R.L.
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