Frase

Frase del mes
Quiero mirarme en el espejo y que me guste lo que veo, Cuesta seis días por semana. Quiero que lleguen los domingos y no vuelva el miedo, Quiero tomármelo con calma.
-Vale la Pena - Paula Mattheus

lunes, 19 de octubre de 2015

Lo peor, preocupar.

Lo peor de pasarlo mal es que encima tienes gente detrás que se preocupa. Gente a la que no quieres preocupar y a la que por tanto ocultas mil cosas, pero hasta eso te sale mal y no dejas de hacerles daño.

Sabes que hay gente que te mira y puede querer ayudar, pero esa gente a veces son solo conocidos, a veces hasta amigos, pero es gente a la que no puedes contar ciertas cosas. Gente con la que aunque en teoría puedes contar, a la hora de la verdad no, pues no llegan a ser personas de real confianza. Y lo son menos aún cuando cada uno de tus amigos, cada uno de esos "mejores amigos" que has ido teniendo, aquellos a los que confiabas tu vida y hasta te ponías delante del toro por ellos te han dado de lado. 

Cuando tienes una supuesta mejor amiga por la que has dado todo este verano y ella te ha ido dando pequeñas punzadas. Por la que te sientes fatal de haberla tirado al suelo aquél día en fiestas en que estaba borracha. Pero que ya ni si quiera en ella puedes confiar ni con ella quieres contar. 

Cuando curiosamente ni en tu mejor amigo desde hace 10 años puedes confiar para contarle ciertas cosas, y no porque no le quieras o no confíes en él, si no porque llega un momento que no quieres que absolutamente nadie a tu al rededor se preocupe, que nadie te mire. 

Detestas ser un cristal, detestas que te miren y sepan todo lo que pasa por tu cabeza y corazón, y sin embargo no lo puedes evitar. Intentas poner sonrisa de joker cuando entras en el coche tras el instituto, pero no dura y tus padres te ven y sufren. 

Y tú sufres por ellos, porque sufren por tu culpa. Y solo habría personas contadas, una, quizá dos, con las que cuentas pero ni siquiera a ellos les cuentas. Tienen sus cosas y aunque dicen que no les molestas, en el fondo sientes que no ven el problema que ves tú, y que tampoco puedes abrirles tu corazón y sentimientos como para llamarles en plena llorera y soltarles todo.

Estás sola. Hay mucha gente a tu alrededor. Muchos conocidos, amigos, familiares, pero a la hora de la verdad estás completamente sola. Sola ante una hoja de papel a veces, otras ante un teclado de ordenador. Pero siempre sola.

Sola, y sin ser capaz de pedir ayuda pues el principal problema reside en que ni tú sabes el problema. En que tu depresión y tu angustia ha llegado a tales niveles que ya no hay quien te saque de allí. Ni un psicólogo, ni un profesor, ni tus amigos, ni tus padres, ni siquiera tú misma. 

El ese momento solo puedes llorar, desear no existir y morirte. Desear estar sola y al tiempo tener a alguien que te consuele y entienda todo lo que pasa dentro de ti sin tener ni que expresarlo. Solo quieres abandonar. Dejarlo todo atrás. Absolutamente todo.

Que los lobos protejan vuestros sueños.
K.

Vacío

Sé que te has perdido en la oscuridad que llevas dentro,
te buscas, no te encuentras, ya no sabes cómo hacerlo.
Lo difícil es quererlo, a veces siento que te alejas,
yo intentaré ayudarte aunque seas tus propias rejas.
No tengo miedo, yo me sentaré contigo en esta cueva,
mi hombro podrá aguantar lo que tu alma sola no pueda.
No necesito entenderte, no necesitas culparte,
ahora tienes que ser fuerte, solo déjame ayudarte,
no te hundas aunque sientas que no hay nada...
Este vacío no se llenará hasta que tu tengas ganas.
Sé que nada de esto es justo y que carece de sentido,
¿Crees que ya nada lo tiene? Sí, lo tiene estar contigo.
Lo entiendo, entiendo ese silencio tan sincero y no hay prisa,
yo te espero aunque añorando tu sonrisa.
Es una herida tan profunda la que tienes que ocultar,
y te esfuerzas en tratar que no lo noten los demás.
Si pudiera te acercaba a las estrellas, cada noche,
para que hablaras con ellas y saltaras ese bache.
Si estás rota, intentaré arreglarte, no voy a cansarme,
aunque el tiempo pase tan lento, intenta relajarte.
Un día pierdes, otro ganas, la vida te da y te quita.
Aunque los días se repitan, se acaba como la fama,
así que quiérete a ti misma antes de tumbarte en la cama.
La vida es un drama, grita o llora si lo necesitas,
y ahora dime, ¿crees que no hay motivos para seguir?
Sonríe, porque quedan tantas cosas por vivir.
No olvides que tienes a quien te quiere junto a ti,
fuiste tú quién me enseñó que no me tengo que rendir.
-Vacío (Porta)-

Es tan como si me la hubieran escrito directamente a mi...
Es tan yo que duele.

Que los lobos protejan vuestros sueños.
K.

miércoles, 7 de octubre de 2015

No sé querer.

Hay un momento en el que te paras a pensar. Echas la vista atrás y observas el rastro que vas dejando. Y en ese instante te das cuenta de que no puedes querer a nadie. 

Crees que quieres, y en verdad la mayoría solo son atracción. Te quieren, y tú no quieres. Y por eso tienes miedo a gustar.

Soy tan sumamente dependiente que necesito saber que me quieren y que gusto, pero en el momento que empiezo a observar que les gusto algo más que mera atracción me asusto. 

No estoy hecha para querer. No sé lo que es querer. Solo una vez quise de verdad, quizá dos, y me arrancaron el corazón y lo rompieron en trocitos. Desde entonces no sé querer. Me da miedo querer. Por mi y por ellos. Temo hacer y hacerme daño.

Y sin embargo sigo siendo dependiente del que los demás me quieran. 

Como dice mi querido "Cristal": ¿Amor? Iugh.

Pero yo temo quedarme sola.

Que los lobos protejan vuestros sueños.