Crees que quieres, y en verdad la mayoría solo son atracción. Te quieren, y tú no quieres. Y por eso tienes miedo a gustar.
Soy tan sumamente dependiente que necesito saber que me quieren y que gusto, pero en el momento que empiezo a observar que les gusto algo más que mera atracción me asusto.
No estoy hecha para querer. No sé lo que es querer. Solo una vez quise de verdad, quizá dos, y me arrancaron el corazón y lo rompieron en trocitos. Desde entonces no sé querer. Me da miedo querer. Por mi y por ellos. Temo hacer y hacerme daño.
Y sin embargo sigo siendo dependiente del que los demás me quieran.
Como dice mi querido "Cristal": ¿Amor? Iugh.
Pero yo temo quedarme sola.
Que los lobos protejan vuestros sueños.
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