_________________________
Todo empezó con una risa. No te conocía, no me dijiste hola, pero te vi ponerme esa cara tan graciosa al otro lado de la calle y estallé en carcajadas. Tú te acercaste y me diste un beso. "Lo siento, pero no podía irme sin besar esa sonrisa." Te diste la vuelta y marchaste dejándome en medio de una tormenta de sentimientos.
Al día siguiente volví, y al siguiente, y al siguiente. Aún no sabía tu nombre ni tú sabías el mío, pero todos los días depositabas ese beso en mis labios a la misma hora y nos íbamos por nuestro lado. A la semana empezó a llover, pero quería verte, quería ir a esa cita improvisada y esta vez estaba decidida a pedirte tu nombre. Durante el trayecto hasta "nuestro cachito" de calle temblaba, "¿y si no estabas?" pero al llegar olvidé la lluvia y me acerqué a ti. Un coche pasó durante nuestro esperado beso y el agua de un charco nos empapó. Me agarraste la mano y empezamos a correr detrás del coche gritándole y riendo.
Aquellos recuerdos son muy preciados. Fueron nuestros inicios y ya no nos separábamos. Tú eras mi spin y yo era el tuyo, pero, así como todo lo que sube baja, todo lo que empieza acaba. Nuestra electricidad se perdió. Ninguno de los dos tuvo la culpa. Tengo a mi familia y soy feliz, pero ahora, mientras observo desde la puerta a mi hija y a su novia acurrucadas en el sofá viendo la tele, las veo tan felices y enamoradas como nosotros lo fuimos, y me pregunto si tú alguna vez también te acuerdas de nosotros y sonríes.
Que los lobos protejan vuestros sueños.
Que los lobos protejan vuestros sueños.
K.
No hay comentarios:
Publicar un comentario