Sin embargo ya sé lo que es un beso. Y por eso los vuelvo a odiar. Ahora sin embargo los odio de una manera diferente. Ahora es ver un beso en una película y me acuerdo de cómo es besar unos labios. De qué se siente al rozar esos carnosos labios, de cuan extraña es la primera vez que juegas con la lengua y tocas la de otra persona.
Ahora, al ver un beso vuelvo a tener celos. Celos por no poder volver a sentir esos labios. Porque todo quedó ahí. Sin embargo con beso o sin él yo te quería ya y te sigo queriendo por desgracia. Por eso ahora veo los besos de otra manera. Ahora los veo y te veo. Y te siento. Es tu fantasma invisible que se posa sobre mi boca y me recuerda el tacto de otros labios, tus labios, sobre los mios.
Se supone que no tenía que idealizar ese beso, y no lo he hecho, sé que habrá mejores y habrá otros que idealizar. Pero ese beso lo que hizo es dejarme sedienta. Querer más, verte y quererlos rozar. La de veces que habré soñando despierta y dormida con el hecho de acercarme a ti y besarte.
K.
"Un beso limpio, suave y en el labio, sutil caricia que no te hará daño."
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