Frase
Frase del mesQuiero mirarme en el espejo y que me guste lo que veo, Cuesta seis días por semana. Quiero que lleguen los domingos y no vuelva el miedo, Quiero tomármelo con calma. -Vale la Pena - Paula Mattheus
lunes, 30 de junio de 2014
Cuando tengas novio.
"Prométeme que cuando tengas novio no le caeré mal." Si tengo novio eso no es algo que pueda prometer, pero no sé si te has parado a pensar que yo el novio que quiero eres tú.
Antes de marchar.
Y antes de marchar te veré. Te abrazaré, te diré que te echaré de menos. No suelo mentir, y por nada lo haré.
Y antes de marchar, me acercaré a ti y sabiendo que en mucho no te volveré a ver, me arriesgaré y lo haré. Besaré esos labios una última vez.
Sin embargo comprobaré que nada fue real, porque antes de marchar, despertaré del bonito sueño.
Y antes de marchar, me acercaré a ti y sabiendo que en mucho no te volveré a ver, me arriesgaré y lo haré. Besaré esos labios una última vez.
Sin embargo comprobaré que nada fue real, porque antes de marchar, despertaré del bonito sueño.
Ganas.
Y las ganas de verte, abrazarte y si tuviese ovarios suficientes, hasta besarte.
Nadie me las quita, y aumentan a cada rato. Daría lo que fuera por estar a tu lado en tus malos momentos, aunque no fuese más que para darte un abrazo. No soporto saber que estás mal y no poder hacer nada, ni saber entretenerte. Yo solo puedo abrazarte fuerte.
Y antes de irme, lo último que quiero hacer es verte y estrecharte fuerte para llevarte conmigo, y cuando vuelva, que eso mismo sea de lo primero que haga.
Quizá esté obsesionada pero ya no sé que hacer sin verte tanto tiempo.
Nadie me las quita, y aumentan a cada rato. Daría lo que fuera por estar a tu lado en tus malos momentos, aunque no fuese más que para darte un abrazo. No soporto saber que estás mal y no poder hacer nada, ni saber entretenerte. Yo solo puedo abrazarte fuerte.
Y antes de irme, lo último que quiero hacer es verte y estrecharte fuerte para llevarte conmigo, y cuando vuelva, que eso mismo sea de lo primero que haga.
Quizá esté obsesionada pero ya no sé que hacer sin verte tanto tiempo.
viernes, 27 de junio de 2014
Por recordar.
Aquí me encuentro. Bajo la sábana con una fina blusa para dormir. Rodeada de mis peluches, mis más fieles amigos. Y escuchando esa canción. Una canción que solo me recuerda a él. Es una preciosa canción y la conocí por él. Y simplemente escucho por recordar. Por recordar esos días en los que las cosas iban bien. En los que me comía el coco, pero todo iba bien. Ahora todo ha cambiado. Y no sé por qué.
¿Y qué hago aquí mirando el techo, a pocos minutos de tus besos, soñando esperanzas, un simple juego, llorando por dentro y te echo de menos?
Un día dije que si estar con él era lo peor que iba a hacer, prefiero pasarme la vida haciéndolo. Pero para eso necesito algo más y no sólo mi afán. ¿Qué ocurrió? No lo sé. Pero ahora pienso y sé algo. Lo voy a pasar mal sin verle.
¿Y qué hago aquí mirando el techo, a pocos minutos de tus besos, soñando esperanzas, un simple juego, llorando por dentro y te echo de menos?
Un día dije que si estar con él era lo peor que iba a hacer, prefiero pasarme la vida haciéndolo. Pero para eso necesito algo más y no sólo mi afán. ¿Qué ocurrió? No lo sé. Pero ahora pienso y sé algo. Lo voy a pasar mal sin verle.
Fragmentos y Frases.
"Temía lo que más deseaba: que me besara. No estar a la altura de las historias que todo el mundo contaba. Temía no hacerlo lo bastante bien, que mi primer beso provocara rechazo, no amor. Aun así, coleccionaba historias de besos."
Desde mi Cielo, Sebold Alice
-----------
"El bien es al individuo lo que la moral al grupo."
"《Nadie lee dos veces el mismo libro.》Nadie es dos veces la misma persona en épocas diferentes. "
"Cierto es que se lee para distraerse, pero si un libro consigue hacerle meditar, ir más allá de lo que se dice o insinúa, ése es un buen libro."
Desde mi Cielo, Sebold Alice
-----------
"El bien es al individuo lo que la moral al grupo."
"《Nadie lee dos veces el mismo libro.》Nadie es dos veces la misma persona en épocas diferentes. "
"Cierto es que se lee para distraerse, pero si un libro consigue hacerle meditar, ir más allá de lo que se dice o insinúa, ése es un buen libro."
miércoles, 25 de junio de 2014
¿Qué ha cambiado?
Dime... ¿qué he hecho mal? ¿Por qué cuando ahora leo conversaciones pasadas, conversaciones incluso de al poco de conocernos, parece que tontearas conmigo? Me refiero, ¿por qué tonteabas entonces y no ahora? ¿Qué he hecho? ¿En qué he cambiado? Ó, ¿de qué te has dado cuenta? ¿Te llegué a gustar algo acaso? ¿Te interesé en algún momento?
Dime, ¿por qué antes sí, y ahora no? ¿Qué debo hacer, qué debo cambiar, para que te vuelva a interesar? No sabes los sentimientos contradictorios que me asaltan con esas conversaciones. Me rio recordando, pero me dan ganas de echarme a llorar, porque no sé el motivo de por qué si antes algo llegó a atraerte, ya no lo hay.
Dime qué era. Y lo haré retornar si hace falta...
Que los lobos protejan vuestros sueños.
Dime, ¿por qué antes sí, y ahora no? ¿Qué debo hacer, qué debo cambiar, para que te vuelva a interesar? No sabes los sentimientos contradictorios que me asaltan con esas conversaciones. Me rio recordando, pero me dan ganas de echarme a llorar, porque no sé el motivo de por qué si antes algo llegó a atraerte, ya no lo hay.
Dime qué era. Y lo haré retornar si hace falta...
K.
Vergüenza.
Hoy, por primera vez he hecho una de las cosas que más me gustan pero más vergüenza me dan en todo el universo. He cogido un micrófono y he cantado delante de gente. Mucha gente. Muchos compañeros y sus familiares y amigos, y profesora/es. Delante de mis padres.
Nunca había cantado en serio delante de tanta gente, delante de nadie sin contar mis mejores amiga/os prácticamente. Ni delante de mis padres. Y me he subido a esa tarima, y la he cagado.
Los nervios se han apoderado de mi. El miedo a equivocarme, a que no saliera como yo quería y a que, la canción que iba para mi madre, se jodiera. Y así ha ocurrido. La base se escuchaba de pena, yo ni la oía. Los nervios hacían temblar el micrófono, y el miedo me ha hecho soltar un gallo, que ha desencadenado risas y por tanto más gallos.
Hasta que me he comido una estrofa y he parado. Ha sido un desastre. A mamá le ha gustado, se ha emocionado y ha llorado; pero yo no estoy orgullosa conmigo misma. Yo sé esa canción de memoria. Yo sé cantarla sin fallar. Y sin embargo los putos nervios, la vergüenza, y el miedo me ha fastidiado.
Este mismo curso la profesora de historia me dijo que no podía empezar las cosas pensando que iban a salir mal porque, entonces, es cuando sí que salían mal seguro. Ojalá te hubiera escuchado, Laura.
Nunca había cantado en serio delante de tanta gente, delante de nadie sin contar mis mejores amiga/os prácticamente. Ni delante de mis padres. Y me he subido a esa tarima, y la he cagado.
Los nervios se han apoderado de mi. El miedo a equivocarme, a que no saliera como yo quería y a que, la canción que iba para mi madre, se jodiera. Y así ha ocurrido. La base se escuchaba de pena, yo ni la oía. Los nervios hacían temblar el micrófono, y el miedo me ha hecho soltar un gallo, que ha desencadenado risas y por tanto más gallos.
Hasta que me he comido una estrofa y he parado. Ha sido un desastre. A mamá le ha gustado, se ha emocionado y ha llorado; pero yo no estoy orgullosa conmigo misma. Yo sé esa canción de memoria. Yo sé cantarla sin fallar. Y sin embargo los putos nervios, la vergüenza, y el miedo me ha fastidiado.
Este mismo curso la profesora de historia me dijo que no podía empezar las cosas pensando que iban a salir mal porque, entonces, es cuando sí que salían mal seguro. Ojalá te hubiera escuchado, Laura.
K.
Que los lobos protejan vuestros sueños.
lunes, 23 de junio de 2014
Planes: nunca funcionan.
Mis planes nunca funcionan. Siempre pienso qué hacer y qué decir, pero a la hora de la verdad reculo.
Lo tengo clarísimo en mi mente, todo pensado, hasta las posibles consecuencias. Pero en el momento de besarte, o de decirte algo, me pueden el miedo y las dudas y no lo hago.
Las veces que habré pensado en besarte en el momento que te acerques. O cuando nos despedimos. Todo está calculado. No puede salir tan mal. Hasta en caso de que me separes, sé las palabras y el tono exacto que usarías. ¿Entonces qué me preocupa? Pues el qué pasará después. Si todo seguirá igual o si me tomarás por yo que sé y me dejarás de hablar.
O el decirte claramente que me gustas y que me aclares las cosas para acabar con esto y tantísimas otras cosas. Todo pensado, todas las frases formuladas. Pero es verte y dudo. Me derrumbo. No soy de letras, no sé usar las palabras dices. Entonces, cómo podría hacer que me comprendieras bien sin ningún mal entendido y que después todo siguiera bien, si encima me trabo al verte y mi cabeza no piensa y digiere lo que debe.
No. No es posible y no lo será. A no ser que un día me de un venazo y las cosas cambien. Pero eso es muy raro. No. Odio mi mente y lo que ésta crea.
Lo tengo clarísimo en mi mente, todo pensado, hasta las posibles consecuencias. Pero en el momento de besarte, o de decirte algo, me pueden el miedo y las dudas y no lo hago.
Las veces que habré pensado en besarte en el momento que te acerques. O cuando nos despedimos. Todo está calculado. No puede salir tan mal. Hasta en caso de que me separes, sé las palabras y el tono exacto que usarías. ¿Entonces qué me preocupa? Pues el qué pasará después. Si todo seguirá igual o si me tomarás por yo que sé y me dejarás de hablar.
O el decirte claramente que me gustas y que me aclares las cosas para acabar con esto y tantísimas otras cosas. Todo pensado, todas las frases formuladas. Pero es verte y dudo. Me derrumbo. No soy de letras, no sé usar las palabras dices. Entonces, cómo podría hacer que me comprendieras bien sin ningún mal entendido y que después todo siguiera bien, si encima me trabo al verte y mi cabeza no piensa y digiere lo que debe.
No. No es posible y no lo será. A no ser que un día me de un venazo y las cosas cambien. Pero eso es muy raro. No. Odio mi mente y lo que ésta crea.
martes, 17 de junio de 2014
Ha dolido.
Que estúpido es, pero me he puesto a llorar. Me ha dolido lo ocurrido. No es suficiente con mis celos. No es suficiente con que no te haya abrazado al verte hoy, si no que no lo he hecho en ningún momento siguiente. Ni tú has hecho tampoco el amago. Pero lo que ya ha colmado y ha soltado las lágrimas ha sido al irme.
Yo me he apartado cuando me has ido a dar dos besos pero porque quería abrazarte el último. Quería agarrarte y decirte con un abrazo lo que no he dicho el resto de la tarde.
Pero no. Me has dicho que no cuando me he acercado para ese abrazo y así me he ido.
Con la música a tope en ambos auriculares y una canción triste y he empezado a llorar. Para colmo la segunda canción que empezaba era una tuya. No he podido escuchar tu voz sin que aumentaran las convulsiones y la he cambiado.
Tú no te das cuenta de nada de esto, pero lo sufro. Y sufro cada vez que no te veo. Cada vez que pienso el "hoy podría haberme vuelto loca y haberle besado.". Me mata los celos y me mata el necesitar ese abrazo. TÚ abrazo. Tu pecho y tus brazos.
Yo me he apartado cuando me has ido a dar dos besos pero porque quería abrazarte el último. Quería agarrarte y decirte con un abrazo lo que no he dicho el resto de la tarde.
Pero no. Me has dicho que no cuando me he acercado para ese abrazo y así me he ido.
Con la música a tope en ambos auriculares y una canción triste y he empezado a llorar. Para colmo la segunda canción que empezaba era una tuya. No he podido escuchar tu voz sin que aumentaran las convulsiones y la he cambiado.
Tú no te das cuenta de nada de esto, pero lo sufro. Y sufro cada vez que no te veo. Cada vez que pienso el "hoy podría haberme vuelto loca y haberle besado.". Me mata los celos y me mata el necesitar ese abrazo. TÚ abrazo. Tu pecho y tus brazos.
Celos.
¿Quieres saber qué pollas me pasa? No creo que seas subnormal, sé que soy transparente y se ve que no estoy bien, pero no trasluce el por qué.
El por qué es sencillo. Celos. Me matan los putos celos. Unos celos que probablemente tengan de base real lo mismo que yo de rubia.
Pero qué se puede esperar cuando estás rodeado de tías buenas y simpáticas. Y ninguna de ellas soy yo. Yo soy la amiga por la que las conoces.
Porque por mucho que digas que pasas del cuerpo, te tiran más unas tetas y un culo que alguien así.
"Cuando aprendas a quererte te querrán." ¿Para qué? Eso es mentira. Yo me conseguí querer. Me gustaba como era. ¿Y me ha traído eso algo bueno? Nada.
Tú no te das cuenta, pero cada vez que te juntas con ella pasas del resto. Pasas de mi. Y cuando con la otra haces movimientos raros que parecen hasta un beso me dan vuelcos y me oprime. Luego me digo a mi misma que no puede ser, pero eso no ayuda.
Odio los celos. Los celos matan y corroen. Pero cuando tengo amigas que están buenas, son guapas y simpáticas, es algo que me salta cual instinto animal.
El por qué es sencillo. Celos. Me matan los putos celos. Unos celos que probablemente tengan de base real lo mismo que yo de rubia.
Pero qué se puede esperar cuando estás rodeado de tías buenas y simpáticas. Y ninguna de ellas soy yo. Yo soy la amiga por la que las conoces.
Porque por mucho que digas que pasas del cuerpo, te tiran más unas tetas y un culo que alguien así.
"Cuando aprendas a quererte te querrán." ¿Para qué? Eso es mentira. Yo me conseguí querer. Me gustaba como era. ¿Y me ha traído eso algo bueno? Nada.
Tú no te das cuenta, pero cada vez que te juntas con ella pasas del resto. Pasas de mi. Y cuando con la otra haces movimientos raros que parecen hasta un beso me dan vuelcos y me oprime. Luego me digo a mi misma que no puede ser, pero eso no ayuda.
Odio los celos. Los celos matan y corroen. Pero cuando tengo amigas que están buenas, son guapas y simpáticas, es algo que me salta cual instinto animal.
domingo, 15 de junio de 2014
Cambio de grupos.
Es genial cuando tú sales con el grupo de amigos del chico que te gusta, que ni siquiera es tu novio, y él sale con tu grupo de amigos.
Lo peor es que los celos corroen porque sabes cómo son TUS amigas.
Lo peor es que los celos corroen porque sabes cómo son TUS amigas.
Pensando.
He estado pensando. Pensando en si sería mejor no volver a verte. Pensando cuál puede ser la mejor manera de dejar lo que siento ya en un pasado. Pero no sé qué hacer ni cómo.
Por qué es sencillo. Estoy confusa. Sabes bien lo que siento. Sabes que estoy enamorada de ti aunque suene asqueroso decirlo. Sin embargo, no muestras señas de que yo te guste ni un poquito. Tonteas con mis amigas y me cuentas lios y rollos que has tenido o has podido llegar a tener y por una razón u otra no han pasado.
No hay señales de que te atraiga lo más mínimo. Y sin embargo me confundes por WhatsApp. Maldita forma de comunicación. Quisiera saber cómo hablas a tu resto de amigas. No porque quiera ser una cotilla. No porque quiera meter mis narices en tu vida, si no porque me descolocas.
En persona, nada más que esos abrazos a veces, tan fortuitos o de despedida son la única muestra de cariño de verdad. Pero por WhatsApp, me llamas de formas que a mi me dan vuelcos raros, pero que no sé si se lo dices a más amigas. Supongo que sí, pero hay cosas que no puedo evitar que me sigan produciendo cacaos mentales.
Detesto quedar contigo. No por el estar contigo. Lo paso mal cuando veo que me ignoras casi y pasas más rato con mis amigas, pero no soy quién para decir nada. Por lo que lo odio es por el momento del abrazo. El abrazo de adiós. No los soporto. Muchas veces te doy ese abrazo sin saber cuándo será el siguiente. Me paso los ratos pensando dónde puedo hacer un hueco y con qué excusa para estar contigo. Después de 9 meses me sigo dando cuenta de que apenas te conozco. Y sin embargo ya no sé qué haría si te fueras.
Me gustaría que cambiaran los abrazos. Que no fueran de adiós, si no simples hasta luego. Que no pasaran semanas sin vernos. Me gustaría que, cada uno con su libertad, pudiéramos pasar tiempo los dos. El problema es que para eso quizá habría que ser algo más y eso no va a ser.
No sé qué debo hacer.
Por qué es sencillo. Estoy confusa. Sabes bien lo que siento. Sabes que estoy enamorada de ti aunque suene asqueroso decirlo. Sin embargo, no muestras señas de que yo te guste ni un poquito. Tonteas con mis amigas y me cuentas lios y rollos que has tenido o has podido llegar a tener y por una razón u otra no han pasado.
No hay señales de que te atraiga lo más mínimo. Y sin embargo me confundes por WhatsApp. Maldita forma de comunicación. Quisiera saber cómo hablas a tu resto de amigas. No porque quiera ser una cotilla. No porque quiera meter mis narices en tu vida, si no porque me descolocas.
En persona, nada más que esos abrazos a veces, tan fortuitos o de despedida son la única muestra de cariño de verdad. Pero por WhatsApp, me llamas de formas que a mi me dan vuelcos raros, pero que no sé si se lo dices a más amigas. Supongo que sí, pero hay cosas que no puedo evitar que me sigan produciendo cacaos mentales.
Detesto quedar contigo. No por el estar contigo. Lo paso mal cuando veo que me ignoras casi y pasas más rato con mis amigas, pero no soy quién para decir nada. Por lo que lo odio es por el momento del abrazo. El abrazo de adiós. No los soporto. Muchas veces te doy ese abrazo sin saber cuándo será el siguiente. Me paso los ratos pensando dónde puedo hacer un hueco y con qué excusa para estar contigo. Después de 9 meses me sigo dando cuenta de que apenas te conozco. Y sin embargo ya no sé qué haría si te fueras.
Me gustaría que cambiaran los abrazos. Que no fueran de adiós, si no simples hasta luego. Que no pasaran semanas sin vernos. Me gustaría que, cada uno con su libertad, pudiéramos pasar tiempo los dos. El problema es que para eso quizá habría que ser algo más y eso no va a ser.
No sé qué debo hacer.
K.
viernes, 13 de junio de 2014
Hace gracia.
Me hace gracia, que veas a tías monas a las que "les dan pena los gorditos" porque no tienen novia y dicen que son muy majos, y luego sean las primeras que mojan por una tableta.
Me hace gracia que los mismos que dicen que el físico no importa y que "las bajitas" o "las rellenitas" son adorables; den giros de 180° para verle el culo a la tía buena de turno.
Luego claro, están esos que pasan de lo que ves y realmente se fijan en cómo es. No digo que tampoco influya algo el físico, pero principalmente eso da igual. Pero claro, si piensas eso, si dices que es así, que prefieres un rellenito simpático y gracioso a una tableta te tachan de mentirosa y se crea el caos.
Estoy cansada de ver a tías buenas que se llevan a todo aquél que te gusta. Aún tengo la esperanza, aún sigo esperando a que eso cambie.
Me hace gracia que los mismos que dicen que el físico no importa y que "las bajitas" o "las rellenitas" son adorables; den giros de 180° para verle el culo a la tía buena de turno.
Luego claro, están esos que pasan de lo que ves y realmente se fijan en cómo es. No digo que tampoco influya algo el físico, pero principalmente eso da igual. Pero claro, si piensas eso, si dices que es así, que prefieres un rellenito simpático y gracioso a una tableta te tachan de mentirosa y se crea el caos.
Estoy cansada de ver a tías buenas que se llevan a todo aquél que te gusta. Aún tengo la esperanza, aún sigo esperando a que eso cambie.
miércoles, 11 de junio de 2014
Castañita.
Para Castañita, la de verdad.
Hubo una vez, en un pequeño mundo paralelo al nuestro, un mundo donde los animales y los frutos hablaban y pensaban, un gran castaño lleno de castañas.
La historia que vamos a contar, sin embargo, tiene que ver con una de ellas y con otros extraños seres.
La protagonista de nuestra historia se llamaba Castañita.
Castañita era una más en ese árbol, sin embargo ella muchas veces se sentía sola. Castañita había sufrido mucho en su vida. Había tenido muchas amigas castañas a su lado más veces, pero siempre la abandonaban.
Nuestra pequeña Castañita se sentía débil y sola. Quería bajar de ese árbol y explorar mundo, pero le daba miedo salir de la que había sido su casa tanto tiempo.
Castañita nunca decía te quiero, Castañita se mostraba arisca con la gente. Todo por miedo a que una vez más la pudieran abandonar.
Un día, casi de la nada apareció una pitufa. Era una pitufa bastante rara y algo chalada, pero pronto se hizo un huequito dentro de la Castañita. Sin embargo, Castañita seguía teniendo miedo. ¿Y si la pitufa un día le abandonaba?
Castañita seguía sintiendo miedo y ganas de escapar de su árbol, pero no podía hacerlo. Castañita empezó a escuchar a un búho ulular en algún lugar. Ese búho la ayudó con su canción a pasar complicaciones y para su sorpresa un día le conoció.
Era un búho sabio y sonámbulo. Siempre vivía agotado, pero pese a ello no debaja de ulular. El búho empezó a hablar con Castañita y se convirtió en otro apoyo en su vida. Pero Castañita aún tenía miedo.
Lo que Castañita no sabía, es que tanto el sabio búho como la alocada Pitufa, pese a los enfados que pudieran sufrir, nunca la abandonarían. Muchas veces Castañita había escuchado argumentos tales, y siempre la habían dejado a su suerte al final. La pequeña Pitufa no podía prometer un para siempre, porque un siempre es mucho tiempo, sin embargo si podía prometer un durante mucho.
Castañita seguía teniendo miedo, pero ahora sabía que tenía gente. Había más animales que se le habían ido sumando. La Ardilla Lerda, el Ermitaño... Castañita empezó a encontrar a gente a quien quería y quienes la querían.
Y un día se armó de valor, aunque en el fondo ella siempre había sido fuerte. Bajó de ese árbol,
Y salió a cumplir sus sueños.
K.
lunes, 9 de junio de 2014
Disfraz.
Hace no tanto tiempo, mi mejor amiga le dijo a una profesora cuando nos dijo de disfrazarnos que cómo vamos a disfrazarnos de otra gente cuando ni siquiera sabemos quienes somos nosotros mismos. Eso me hizo pensar.
Yo no sé que quiero hacer ni cómo quiero ser. Ni tan siquiera sé quién soy, es cierto. Pero quizá por esa misma razón me gusta disfrazarme. Disfrazarme de otra persona me hace ser alguien aunque ese alguien no sea yo. Me hace tener clara una personalidad. Me hace distanciarme del yo y de mis indecisiones, mis dudas. Quizá esa fuera otra de las razones que me llevaron a teñirme el pelo de colores. Es mi pelo. Sigo siendo yo. Pero ya no soy "yo misma". Soy una yo diferente. O eso trato de serlo. Simplemente por distanciarme de mis miedos. Por decirme, yo puedo.
Ella tenía razón. No sé quién soy, quizá solo me esconda tras un disfraz, pero esos cambios, también ayudan a descubrirlo, a descubrirme, poco a poco.
Que los lobos protejan vuestros sueños.
Yo no sé que quiero hacer ni cómo quiero ser. Ni tan siquiera sé quién soy, es cierto. Pero quizá por esa misma razón me gusta disfrazarme. Disfrazarme de otra persona me hace ser alguien aunque ese alguien no sea yo. Me hace tener clara una personalidad. Me hace distanciarme del yo y de mis indecisiones, mis dudas. Quizá esa fuera otra de las razones que me llevaron a teñirme el pelo de colores. Es mi pelo. Sigo siendo yo. Pero ya no soy "yo misma". Soy una yo diferente. O eso trato de serlo. Simplemente por distanciarme de mis miedos. Por decirme, yo puedo.
Ella tenía razón. No sé quién soy, quizá solo me esconda tras un disfraz, pero esos cambios, también ayudan a descubrirlo, a descubrirme, poco a poco.
Que los lobos protejan vuestros sueños.
K.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)