Yo no sé que quiero hacer ni cómo quiero ser. Ni tan siquiera sé quién soy, es cierto. Pero quizá por esa misma razón me gusta disfrazarme. Disfrazarme de otra persona me hace ser alguien aunque ese alguien no sea yo. Me hace tener clara una personalidad. Me hace distanciarme del yo y de mis indecisiones, mis dudas. Quizá esa fuera otra de las razones que me llevaron a teñirme el pelo de colores. Es mi pelo. Sigo siendo yo. Pero ya no soy "yo misma". Soy una yo diferente. O eso trato de serlo. Simplemente por distanciarme de mis miedos. Por decirme, yo puedo.
Ella tenía razón. No sé quién soy, quizá solo me esconda tras un disfraz, pero esos cambios, también ayudan a descubrirlo, a descubrirme, poco a poco.
Que los lobos protejan vuestros sueños.
K.
No hay comentarios:
Publicar un comentario